viernes, 13 de abril de 2012

Mi Tierra.

Exaltaciones como estás no me gustaría que quedasen en el olvido, que es lo que estoy viendo que está pasando en "tuiter", que están pasando ligeramente "inadvertidas". Voy a redactar mis últimos "tuits" sobre Zaragoza, mi ciudad, que para una vez que la recuerdo con entusiasmo, quiero que perdure algo más:

El Pilar de Zárágozáa, y el Ebro sequico.


...es muy fácil sentirse orgulloso de la tierra de uno si es una magnífica playa, a la vera del mediterráneo o del océano, una montaña impactante con paisajes casi vírgenes, o el eterno verde del norte con sus bosques.

Lo que tiene valor es sentirse orgulloso y tener las raíces bien puestas en una tierra aparentemente sin gracia. Con montaña pero sin monte, con agua pero sin mar, con árboles pero sin bosque, con suelo pero sin verde...

Porque en Zaragoza no jugamos con las olas, jugamos con el cierzo maño.

Porque en Zaragoza no nos sentamos a la sombra de un árbol, y disfrutamos del césped, sino que paseamos y jugamos al sol del desierto de los Monegros sobre tierra y gravilla.


Porque en Zaragoza no jugamos con la nieve, sino que chapoteamos en las riadas.


Porque en Zaragoza no necesitamos un flamante bosque para perdernos teniendo el "parque grande".



Las estepáas.
Besicos a toos.

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