No me pondría a contar mi vida , en concreto estas dos últimas semanas, si no fuera porque creo que ha sucedido con cierta peculiaridad o, como yo lo llamaría, mala suerte.
Vamos en orden:
Primera semana ( duración: un día) :
Tras una semana de fiesta en la mejor ciudad de La Rioja, Logroño , hice un viaje de 108 kilómetros de 2 horas de duración (el coche no iba despacio pero los camiones de delante sí) con destino a Burgos. Tiene descaro tragarse tal viaje por una carretera tercer mundista, llegar a Burgos, y ver un rótulo indicando el camino hacia el aeropuerto de dicha ciudad. Moraleja, la próxima vez cojo el avión.
Empezaba al día siguiente mi carrera de Comunicación Audiovisual, para quién le interese el dato. Esa misma mañana me había despertado con unas anginas no proporcionales al alcohol ingerido durante las fiestas y/o la sensación de entretenimiento derivado de las mismas y el ambiente propio de la fecha. En resumen, que mucho dolor para tan poca hostia que tuve en San Mateo. Y no solo fueron las anginas las que me acompañaron a mi nueva ubicación en el mapa Español, una urticaria en las articulaciones me dejaron cierta sensación de malestar e incomodidad. Cómo me picaban los jodidos codos, rodillas, tobillos, etc. Esas dos plagas junto a una leve resaquilla me hacían sentir como si estuviese mutando, branquias es la garganta y escamas en la piel. El ibuprofeno acabó siendo poca cosa.
Llegué a Burgos sobre las 20 horas, más o menos. Con pantalón largo pasando caló. En burgos hace mucho frío, dicen. En invierno, claro. Medida exagerada, deduje al fin. La tarde transcurrió normal, aprender 30 nombres, memorizar dos, conocer compañera de habitación...Un poco de envidia, ordenadores personales en la mesa de cada uno y yo con un flexo.
Pequeña bienvenida a novatos, a estas alturas ya me costaba respirar, la tercera plaga se estaba manifestando. Joder, aún quedaban 7. Una presentación bastante entretenida organizada por los veteranos, pero cuando mejor me lo pasé fue por la noche.Nos llevaron a un local discotequero como apertura de novatadas supongo, y yo, siguiendo las indicaciones del médico (mi madre) para no empeorar mi estado de salud voy y me pido un cubata, bien cargado de hielo por favor. Luego llegó la hora de dormir. Supongo que los de la residencia contaron con el riesgo de que nos podíamos ahogar en la almohada, así que decidieron gastarse 5 céntimos en dos milímetros de espuma dentro de una funda. Creo que habrían logrado más grosor y menos coste en rellenar la funda con otra funda. También medité sobre mis orígenes, dormí bastante mal debido a algún guisante que se coló debajo del colchón, pero decidí investigar y resultaron ser los muelles del mismo, que se hacían de notar todos y cada uno de ellos. Orígenes finalmente no nobles,vaya.
El Lunes por la mañana, la presentación de la Universidad de Burgos transcurrieron para mí como quien oye una conversación de fondo que no le interesa. Esto se debe al cansancio y a que la cuarta plaga decidió darme los buenos días , se me habían taponado los oídos. Tampoco podía hablar mucho por la garganta. Solo faltaba quedarme ciega ,seguro que mis compañeros de carrera estarían encantados de rodar "El milagro de Ane Sullivan" made in spain. Una pena por la urticaria, quedaba un poco antiestética.
Un SMS a mis progenitores con el contenido de "estoy mala" y una siesta después ,mi padre me vino a buscar. Semana perdida y desilusión por encontrarme en Logroño de nuevo. Pasé el resto de los días en pijama, desgraciadamente el fin de semana incluido. La recuperación se efectuó con éxito y las plagas dejaron de molestarme de momento.
Segunda semana (esta vez con duración estándar):
No os asustéis ,que voy a escribir la misma extensión pese a ser más largo periodo, lo que pasa es que mi empiece de curso fue muy intenso.
La semana , en aspectos lectivos y sociales transcurrió con agrado. Estaba más animada, me había traído una almohada, había hecho un invento en el colchón para no despertarme con algún muelle clavado en el culo, había hecho amigos , estaba encantada con la gente de la facultad y el contenido de mi grado y había convencido a mis padres para que me comprasen el portátil, dada su trascendencia en mi carrera. Pero lo que me hizo sentirme bien y completa fue incorporarme al equipo de rugby de Burgos. Campo de rugby a un salto de valla de la resi y más de 3 chicas entrenando (16 el primer día y parecido el resto), algo a lo que no había podido aspirar en Logroño en los años que llevo en este deporte, y que no parece que se pudiera llevar a cabo a corto plazo. No me lo acababa de creer y estaba más contenta que chupillas cuando la quinta plaga se presento con virulencia tras su retraso con respecto a las demás. Ejercicio de placaje, hombro ajeno a rodilla propia.CRACK. Desilusión máxima, engaño a mi misma ,"no será nada, me voy andando","Ya iré si eso mañana a urgencias cuando llegue a Logroño". Me arrepentí de no ir al hospital en ese mismo instante. Este desgraciado hecho ocurrió el jueves. Subí a mi habitación(a mi ritmo), donde mis compañeras estaban haciendo un pequeño picnic con gominolas y calimocho(calimotxo, kalimotxo, kalimocho, calipocho,etc). ¿Ibuprofeno para el dolor o bebercio para el desánimo?. Chicas, solo vino por favor, e ir a buscarme hielo, gracias.
Me tendría que haber llevado el vino a urgencias, eso, y mi ordenador nuevo .Tres horas, típico. Infinitos familiares de gitanos y yo, buscando un sitio en muletas para sentarme.
Más tarde me encontraba en silla de ruedas con la pierna tiesa. Mientras la enfermera utilizaba mi pierna mala como ariete para abrir las puertas en dirección consultas ,yo meditaba tristemente mi despedida del rugby ,probablemente, durante toda la temporada. Los que me entienden sabrán como me siento, para los que no, pues me siento bastante mal. Más mal que mal.Muerte y destrucción. La tristeza se convirtió en miedo cuando el médico ,al ver mi rodilla globo, tomó la decisión de vaciarle el líquido. Yo, atemorizada, creía que me iba a hacer una abertura con el bisturí y que iba a salir todo a chorro. Se me pasó un pelín cuando me percaté de que iba a ser un pinchazo. Menudo pinchazo. Tres jeringuillas y media de sangre con liquido , para quien le interese el dato.
Y bueno, aquí estoy. Otro finde en pijama, mala señal, con un vendorrio compresivo. Esperemos, desearme suerte, que la semana que viene no me caiga un piano encima.
¡Un saludo a todos!